He estado reflexionando abundantemente por estos días. Cuando llega el momentp de plasmar esas cavilaciones en este espacio, olvido el 95%. Qué horror.
Qué más da, ya estoy aquí. Me acordaba del dinero. De lo que uno debe hacer a lo largo de su vida para obtenerlo en forma periódica y poder sobrevivir. Cuando digo sobrevivir, me refiero a tener un techo, alimentación, salud, ropa, educación. Hoy en día necesitamos mucho más que eso. Necesitamos un auto, un computador-con internet obviamente-un mp3, plata para ir a fiestas, plata para cigarrillos, para ir a natación o al gimnasio, plata para comprarse aros, perfumes y cremas, plata para ir al cine...
¿De verdad necesitamos todo aquello? ¿Qué pasaría si yo llegara a la universidad en la cual estudio, vestida con una túnica blanca? Y que todos los días anduviera así. Y que no tuviera celular, ni correo electrónico. Que sólo tuviera lo justo para vivir. Para comer y donde dormir. Sería fantástico poder despojarme de todos mis bienes, pero es casi imposible. Sería una ermitaña. Si fuera a juntas con mis amigos, no tendría dinero para el ''carrete''. No tendría facebook, ni msn, estaría fuera de la sociedad. Sería la ''freak'', no?
Creo que ya existe gente a la cual apodan así. Y la sociedad la rechaza, por no tener las mismas costumbres. Costumbres de mierda en todo caso. Soy una cínica con el mundo, me gustan las cosas que los demás tildan ''raras'', y sé perfectamente que no soy única en el mundo. Que hay muchos así. Y también sé que eso de ser cínica tiene algo de cierto, soy vanidosa por naturaleza, aunque eso no signifique que sea superficial del todo. Del todo, claro, porque todos tenemos algo de superficial. Lo cual me parece muy penca. Al final siento que ya me estoy volviendo adulta, que ya presento síntomas, ya no deliro con bandas de rock, como cuando tenía 15; por un lado me parece bueno, ya que llorar por ver a una banda me parece ultra-patético, porque no lloraba por la música, lloraba por los tipos. Eso es lamentable. Llorar por escuchar una canción significa que uno es muy sensible, que la canción te ''toca''. Ahora, fijarse en los demás y opinar acerca de ello no me parece. Y hartas veces lo he hecho. Ahora las ''tribus urbanas''-dícese de Emos, Punks, ''Pokemones'', Hardcores, Metaleros, Góticos, Otakus o cuánto payaso anda por ahí suelto-me parecen lo más estúpido del mundo. Sólo estás imitando una fuckin imagen de un tipo ''cool'' que se viste así. O también que tienes un déficit atencional y que sólo pretendes que la gente te mire cuando vas por la calle.
Creo que después de mucho meditar acerca de estos fenómenos juveniles, conviene mejor no decir nada al respecto. Si se quieren joder, que lo hagan. No es problema mío. Por un lado es mostrar un lado individualista, no pescar las masas, no estar ''ahí''. No saco nada en todo caso con decirles algo a estos tipos. No van a cambiar.
También pensaba en cómo tendría que vestirme yo, (en realidad no tendría que vestirme, sino que cómo quisiera vestirme, o cómo podría hacerlo según mis reflexiones acerca de las modas), y en realidad, no se me ocurré cómo. Cómo un ser ''normal'' (¿?¿?) Qué fuck es normal, no llamar la atención. Y es ahí cuando aparece la vanidad del ser humano. Andaría con poleras de The beatles, o de mis bandas favoritas, y sería igual que esos ''tipos'': estaría mostrándole al mundo qué es lo que me gusta, o por lo menos, la música que escucho, de una manera menos radical, cierto. Pero en el fondo es la misma cosa. Acaso ¿no estoy imitando a un tipo rockero o a una modelo ''cool'' que alguna vez se vestía ''así'', o parecida? Al final todos seguimos una imagen de lo que nos gustaría ser. ''A mí me gustaría ser como la Charlotte Gainsbourg, o como la Madonna'' o qué se yo. Mal. Bien. Qué más da. El mundo no se detiene. Lo mejor para mí es entonces vestirme como una rockera ''piola'', usar el cabello desordenado, los ojos delineados negros y una chaqueta de cuero. Jajajaja al final no podría despojarme de mis bienes materiales, una chaqueta de cuero no es nada barata, al final estoy entregándome al fuckin mundo, a las imágenes, a las ilusiones de lo que queremos ser y que nunca seremos, porque somos nosotros mismos, y nada más. No podemos pretender ser otro. Y despojarme de mis bienes sería como ser otra persona, porque yo, en mi escencia, no podría.