viernes, 5 de marzo de 2010
y eso. No?
No sé por qué publico esto. Ah, estaba esperando que se bajara el disco "Chants of India" de Harrison y Shankar. Es que me falta mucha música. No mucha. Muchísima. Y hay que hacer algo antes de que vuelva a Santiago y no tenga un pc y me desespere ante la falta de variedad, y más que nada, conocimiento. Cómo no voy a tener el Nevermind, aunque lo he escuchado mil veces -oh, más réplicas, toda la noche de réplicas acá en Talca-. Bueno, en mi Ipod no hay Nirvana y eso me parece pésimo, al igual que sólo esté el Fome de Los Tres y el "1" de los Beatles. Qué mal. Y al contrario de todo esto, mi Ipod está plagado - sí, plagado- de música clásica, lo cual me parece extraordinariamente bien, ya que hace algunos meses mi noción de estilos y compositores era bastante diminuta. Y eso necesito aprenderlo. Por ese lado está bien. Pero, y los Sex Pistols?? Dónde están? y cuántos más...
No he escrito esto con el afán de presumir de mi Ipod, es usado, pero sirve y me hace feliz tener la biblioteca musical en la espalda -mejor dicho, en el bolsillo del jeans- aunque sea un poco molesto que una amiga me haya traspasado toda su música y que haya genialmente música clásica pero también cosas como Luis Miguel o Boleros de no sé donde, que no me caen mal, pero que me provocan un enredo en la identificación de artistas y aparte ocupa espacio que tampoco es taaanto, pero si consideramos que quiero meter discografías enteras de The Beatles, The Kinks, o Nirvana, la cosa cambia. He soñado desde que tengo uso de razón algo en donde pudiera guardar toda la música que me hacía temblar y latir el corazón más rapido, o que hacía que se me pararan los pelos, y en esa descripción estaba la música clásica y la música popular, y cuando tuve un pendrive de 1 GB fui extraordinariamente feliz pero cuando salió el Ipod pensé que nunca lo tendría y ahora sí tengo uno y pienso que la capacidad es poca al lado de mis anhelos musicales.
Cambiando el latero tema, me acaban de mandar ese video de los Prisioneros en donde aparece Cristel, la pendeja que cantaba en "Rojo", ese programa de cantantes y bailarines. El video más freak no puede ser. Y qué decir de la letra. xD
Aquí el link por si quieren hechar un vistazo: http://www.youtube.com/watch?v=6jKfs3XfhIQ
quizá se rían un poco xD
hasta la próxima, amigos.
domingo, 28 de febrero de 2010
Cosas extrañas, paradojas?
A Chile lo sacudió un terremoto, para qué voy a detallar en estadísticas que hablan que fue el más fuerte desde el de 1960, para qué decir que quedó la cagada cuando en tv no paran de hablar de eso y mostrar imágenes con esa música de "desgracia" dignas de película yanquie. Para qué.
El rollo es que estoy acá al otro lado de la cordillera, en Buenos Aires, Argentina, de vacaciones con una amiga. A las 4 am mientras se derrumbaban casas, edificios y puentes y millones de personas corrían despavoridas por las calles sucumbiendo a la máxima desesperación y terror posibles en el ser humano, yo me encontraba en una discoteque de avenida Rivadavia. Una disco de lo mas freak, media dark, metal y pop, y yo deambulando disfónica por las pistas de baile, subiendo y bajando escalas, topándome con cuánto especimen de hombre y mujer encontraba. Sudorosos, borrachos, qué se yo. Y yo con el vodka en el cuerpo, ya el alcohol había dejado su último halo de sensaciones cálidas en mi estómago y ya se había desvanecido por completo. Mis amigos habían desaparecido, pero era mejor estar sola, pensar un rato entre tanta música estúpida. Conversando con gente extraña que me hablaba del punk, del punk argentino y que hoy era la fiesta punk y solo había lady gaga y más mierdas, y que al otro día había una tocata de verdad y esta es la direccion y anda va a estar bueno. Y yo, ya, dale, adios, y me encontraba con otro tipo que estaba vestido como Cerati onda soda stereo y decía que las argentinas de 20 no eran capaces de hablar de política ni de música, y yo le conversaba sobre Pinocho y aclaraba algunas cosas sobre Perón y me entusiasmaba hablando de lo pésimo que era que Piñera fuera presidente, y de ahi, adios, gusto conocerte y más deambular. Vi a una tipa de mi edad, bailando en un caño, que estaba unos dos metros sobre la pista, con el torso desnudo y para abajo con unos diminutos paños negros. No sé qué sensación exacta provocó en mí aquella imagen. No era repulsión, ni lástima. Tenía mi edad, y estaba bailando desnuda de la cintura para arriba y yo me preguntaba por qué no trabajaba en un Mc Donalds o en otro lugar, no sé, ¿era agradable para ella bailar en una discoteque sucia y fea? ¿El sueldo sería bueno? No lo sé.
Continué con mi recorrido sin sentido, y un tipo se me acercó y pidió darme un beso y lo mandé a la cresta, acá no sé q onda los argentinos tan barsas, y le dije, chao wn, y me fumé el último cigarrillo que está matando mi garganta, y salí, sola, caminando, pensando en miles de weás inútiles, mientras que paralelamente, a las 5:30 am estaba todo destruido en Talca, mi ciudad y en varias regiones del país. No puedo dimensionar. Nada de nada. Es imposible, aunque vea la televisión y los ojos tristes de Michele Bachelet me digan que Chile sufre de verdad, y aunque sean impactantes las imágenes, no lo puedo vivir. Por eso me siento tan extraña de todo esto. Lo único que importa es que mi familia está bien, y que luego estaré con ellos para darles un abrazo.
Lo único que quiero es irme de aquí, y aunque lo haya pasado súper, las cosas han cambiado. La vida en Chile se ha detenido y hay que empezar desde abajo y con paciencia.
Y todavía estoy disfónica.
lunes, 15 de febrero de 2010
domingo, 31 de enero de 2010
nada....
miércoles, 27 de enero de 2010
Después de un beso no existe nada.
Qué triste es acordarme de cuando me besabas -nuestros ojos cerrados extasiados y nadando quizás en qué remotos y hermosos lugares- tan apasionadamente que creía que de un momento a otro iba a demayarme, porque eran tan preciosos tus besos, tan cálidos, tan encontrándose con los míos, tan sincronizando, tan bien como cuando iba a natación y estaba al máximo de concentración con los miembros de mi cuerpo. Piernas, brazos, espalda, respiración, todo iba bien, y era en ese preciso momento cuando lo único en lo que pensaba era en ...vamos nada, yo, nada, llega hasta el final, llegaste, ahora devuélvete, quedan 5 vueltas, vamos, ahora son 4, nada, yo, nada, ese mocoso de adelante es una tortuga, adelántalo, bien, lo dejaste atrás, rápido, estos idiotas del primer nivel son unos buenos para nada, no sé para qué vienen. Flojos de mierda, ya basta, sigue nadando. Y nada más. Pero a veces no lo lograba. Mi cabeza, cuasi pegada a mi cuerpo -porque corre el serio peligro de despegarse- solía ir a meterse a la peor escena vivida, y era esa maldita escena -que quizás cuántos años lleguen a transcurrir para que pueda olvidarla- la que no me dejaba hacer bien mi tarea. Maldita escena de nuestros besos, de los ojos cerrados, bien cerrados, era como que no pasaba ni un minuto pero a la vez pasaban horas ahí, de pie...
Lo triste de todo aquello, es que cuando finalizaba de revivir esas emociones -revivir los ojos cerrados- llegaba el recuerdo irrevocable e inevitable que hace que te maldiga a tí y a esa maldita escena. Era el triste momento en que después de besarme, abrías los ojos, me mirabas, serio, para siempre eternamente serio. Nunca me sonreíste. Ni aunque te hubiera contado el mejor chiste del mundo hubieras esbozado una sonrisa.
Te odio, mi amor.
domingo, 17 de enero de 2010
Movies buenas
sábado, 9 de enero de 2010
conciliando afirmaciones
Estoy a tan sólo minutos de irme a dormir a mi cama y el perro de al lado siempre se pone a ladrar a esta hora... ¡así nadie puede dormir! (mucho menos yo; mi cabeza gira a 182414 rpm y es más dificil conciliar el sueño) Que la suerte me acompañe. (Quizá a esta hora un duendecillo juguetón suele salir a pasear y el perro le ladra sin cesar)