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Hola a todos. Sólo tengo este espacio para escribir cuando tengo ganas. Nada más. No es ningún aporte a la sociedad ni al mundo. Quizá para algún lector lo sea. Si lo es, espero que lo disfrute. Gracias totales.

domingo, 28 de febrero de 2010

Cosas extrañas, paradojas?

A Chile lo sacudió un terremoto, para qué voy a detallar en estadísticas que hablan que fue el más fuerte desde el de 1960, para qué decir que quedó la cagada cuando en tv no paran de hablar de eso y mostrar imágenes con esa música de "desgracia" dignas de película yanquie. Para qué.

El rollo es que estoy acá al otro lado de la cordillera, en Buenos Aires, Argentina, de vacaciones con una amiga. A las 4 am mientras se derrumbaban casas, edificios y puentes y millones de personas corrían despavoridas por las calles sucumbiendo a la máxima desesperación y terror posibles en el ser humano, yo me encontraba en una discoteque de avenida Rivadavia. Una disco de lo mas freak, media dark, metal y pop, y yo deambulando disfónica por las pistas de baile, subiendo y bajando escalas, topándome con cuánto especimen de hombre y mujer encontraba. Sudorosos, borrachos, qué se yo. Y yo con el vodka en el cuerpo, ya el alcohol había dejado su último halo de sensaciones cálidas en mi estómago y ya se había desvanecido por completo. Mis amigos habían desaparecido, pero era mejor estar sola, pensar un rato entre tanta música estúpida. Conversando con gente extraña que me hablaba del punk, del punk argentino y que hoy era la fiesta punk y solo había lady gaga y más mierdas, y que al otro día había una tocata de verdad y esta es la direccion y anda va a estar bueno. Y yo, ya, dale, adios, y me encontraba con otro tipo que estaba vestido como Cerati onda soda stereo y decía que las argentinas de 20 no eran capaces de hablar de política ni de música, y yo le conversaba sobre Pinocho y aclaraba algunas cosas sobre Perón y me entusiasmaba hablando de lo pésimo que era que Piñera fuera presidente, y de ahi, adios, gusto conocerte y más deambular. Vi a una tipa de mi edad, bailando en un caño, que estaba unos dos metros sobre la pista, con el torso desnudo y para abajo con unos diminutos paños negros. No sé qué sensación exacta provocó en mí aquella imagen. No era repulsión, ni lástima. Tenía mi edad, y estaba bailando desnuda de la cintura para arriba y yo me preguntaba por qué no trabajaba en un Mc Donalds o en otro lugar, no sé, ¿era agradable para ella bailar en una discoteque sucia y fea? ¿El sueldo sería bueno? No lo sé. 

Continué con mi recorrido sin sentido, y un tipo se me acercó y pidió darme un beso y lo mandé a la cresta, acá no sé q onda los argentinos tan barsas, y le dije, chao wn, y me fumé el último cigarrillo que está matando mi garganta, y salí, sola, caminando, pensando en miles de weás inútiles, mientras que paralelamente, a las 5:30 am estaba todo destruido en Talca, mi ciudad y en varias regiones del país. No puedo dimensionar. Nada de nada. Es imposible, aunque vea la televisión y los ojos tristes de Michele Bachelet me digan que Chile sufre de verdad, y aunque sean impactantes las imágenes, no lo puedo vivir. Por eso me siento tan extraña de todo esto. Lo único que importa es que mi familia está bien, y que luego estaré con ellos para darles un abrazo.

Lo único que quiero es irme de aquí, y aunque lo haya pasado súper, las cosas han cambiado. La vida en Chile se ha detenido y hay que empezar desde abajo y con paciencia.

Y todavía estoy disfónica. 

1 comentario:

  1. 'Interesante'... ser ajeno a la situación que ocurrió aquí por cosas de la vida no más, porque estabas en otro país. Quizás no sea bueno sentirse mal por eso, son las circunstancias. Es peor, es casi imperdonable, la evasión de una persona que se encuentra en un país devastado, que piensa en si misma y saquea los supermercados, evadiendo el sufrimiento de los demás...

    no te sientas mal por eso.

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